Entrada de Españoles
Entrada de españoles en Hatun Vilcabamba
El venticuatro de junio de 1572, día de San Juan Bautista, solsticio de invierno en el hemisferio austral, e Inti Raymi para los incas, los españoles entraron en Vilcabamba a las diez de la mañana, todos a pie porque el terreno no permitía el uso de caballos. El alférez real, Pedro Sarmiento de Gamboa, hincó el pendón en Hatun Vilcabamba. Era el solsticio de invierno y en esa fecha amanece a las cinco de la madrugada en Vilcabamba. Si el ejército se puso en marcha a la amanecida, como era habitual, tuvieron cinco horas de caminata para entrar en la capital inca perdida a las diez de la mañana, todos a pie, “porque es tierra asperísima y fragosa, y no para caballos de ninguna manera” (1).
De acuerdo con los usos de la época, lo normal hubiera sido que el general Hurtado de Arbieto y todos los jinetes hubieran entrado en la capital sagrada inca montados en sus caballos, lo que daría derecho a doble parte en el botín. Dejar atrás sus valiosas cabalgaduras entrañaba graves riesgos y les obligó a dedicar un grupo de soldados bien armados para su custodia. Solo se puede explicar este comportamiento porque no tuvieron otro remedio, el camino inca que conducía desde Marcanay hasta el corazón de Vilcabamba la Grande tenía que superar un profundo barranco con pendiente tan fuerte que era una barrera infranqueable para los equinos.
Según Murúa y Calancha la capital sagrada inca estaba a quince leguas castellanas del pueblo de Pucyura y a “doce más o menos” de Pampaconas. Encontraron la ciudad humeante ya que habían quemado las casas del Inca y los depósitos de alimentos. Aunque habían respetado otras cuatrocientas viviendas. Sarmiento de Gamboa (2), clavó “en medio de la plaza una cruz, tomando posesión de esta urbe en nombre del rey de España”.
(1) Murúa, Martín de: Capítulo LXXX. 8 Documentos
(2) Sarmiento de Gamboa, Pedro. Acta de toma de posesión de Vilc.. 8 Documentos
Cita del libro “De Machu Picchu a Hatun Vilcabamba” de Santiago del Valle Chousa. Pg.103